Las autoridades israelíes, como ya es habitual, pronunciaron el mismo discurso de que sus ataques en el Líbano están destinados a eliminar a lo que consideran grupos terroristas, narrativa que ha sido ampliamente criticada por la comunidad internacional.

El Ejército de Israel recrudeció este viernes sus ataques contra áreas civiles en el barrio Dahye y otros puntos de la capital libanesa, Beirut, con el pretexto de que bombardean bastiones del movimiento de resistencia islámica Hezbolá.

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Medios locales reportaron un bombardeo de la entidad sionista contra el área de Burj el-Barajneh, en el suburbio sur, no lejos de la pista norte del aeropuerto de Beirut.

Otra agresión israelí tuvo como objetivo el área de Tayouneh, también en el suburbio sur, junto a un cuartel perteneciente a las fuerzas de seguridad. Asimismo, se reportaron otros dos ataques contra la localidad de Breqa, en el distrito de Nabatiyeh. De momento no han trascendido cifras de civiles asesinados o lesionados por la maquinaria de guerra de la ocupación durante estos ataques.

El alcalde de Ghobeiry (localidad de Monte Líbano), Maan Al-Khalil, denunció que la destrucción provocada por Israel en el suburbio sur de Beirut ha causado un desplazamiento gradual de la población.

En paralelo, la entidad sionista empleó cazas y drones para atacar áreas del sur libanés. De acuerdo con medios, Israel bombardeó las aldeas de Tayr Harfa, Tabnin, Khiam, Rashaya Al-Fakhar y Kafr Hamam.

Los ataques aéreos perpetrados por la entidad sionista durante la noche del jueves y en la madrugada de este viernes han dejado al menos 43 muertos.

Los bombardeos israelíes también incluyeron dos centros de la Defensa Civil, uno de ellos en Baalbek donde el número de víctimas aumentó a 13, mientras los equipos de rescate continúan las labores para recuperar los cuerpos de entre los escombros.

Desde el inicio del genocidio israelí, que se ha prolongado por más de un año, han sido asesinados en el Líbano al menos 3.386 personas y más de 14.417 han resultado heridas, incluyendo a 220 niños y 658 mujeres.

Según datos oficiales, la gran mayoría de las personas han muerto como consecuencia de la actual escalada de la entidad sionista, que intensificó los bombardeos hace poco más de un mes, lo que ha llevado también a que más de 1.2 millones de personas abandonen sus hogares.

En este contexto de violencia, la situación en el Líbano es cada vez más crítica, mientras las autoridades continúan haciendo un llamado a la paz y a la protección de los civiles.

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